El 19 de Febrero de 2017 fuimos nos toco elegir a nuestro nuevo Presidente y a los Asambleistas ( Diputados) Nacionales y sectoriales de nuestro país. Con esperanzas, pero con miedo, con convicción de que no queremos mas revolución del siglo XXI y cansados de leyes, impuestos, salvaguardas, llevándonos a una recesión económica de mucha incertidumbre.
En los 10 años de gobiernos de Rafael Correa, se consolido una estructura super blindada de la ideología socialista del siglo XXI (probada como un fracaso), en la que se implementaron leyes que protegían los intereses de este socialismo, castigando duramente al sector productivo del país.
En los comienzos de la Revolución ciudadana (expresión que me da escalofríos escribir) se comenzó a implementar el aparato gobiernista como nunca antes se logró. Organizando todos los ministerios para que todos obedezcan ciegamente al mandatario. Correa se rodeo de personas que moldearon las cosas a su imagen y semejanza, Vinicio Alvarado, Alexis Mera de los mas importantes, comenzaron a delinear y darle forma al nuevo modelo, tratando de no dejar ningún cabo suelto y que todo comenzara a funcionar como un reloj suizo.
Este engranaje blindado y complejo le tomaría algún tiempo al sucesor desarmar y volver a armar.... engranaje que Correa considera uno de sus mayores logros en su paso por la presidencia, por eso es importantisimo para él y sus colaboradores que continúe el modelo.
Otro de los factores que ha contribuido para que este gobierno implemente con rapidez su planes ha sido la Asamblea que en su mayoria pertenecen al mismo partido del presidente.
Correa, un hombre irascible, prepotente, apasionado y vehemente que cultivo desde sus inicios el odio de clases, plataforma que dió frutos en un país donde la diferencia socio-economicas saltan a la vista, le permitió fortalecer su imagen ante sus simpatizantes, desuniendo al país, situación que dió frutos para que su ideología y sucesores se puedan perpetuar en el gobierno.
