Con tu título bajo el brazo

Un momento tan esperado y emocionante fue el de la incorporación de mi hijo como profesional. Fue uno de esos momentos inolvidables!

Mi querido Sergio, gracias por ese regalo tan especial y esperado, tu título Universitario, cada paso que diste, cada noche sin dormir, cada vez que luchaste por inscribirte en la clase que te hacia falta para completar el ciclo, tu sacrificio haciendo un trabajo en el área administrativa de la universidad, sin reconocimiento, con tantas trabas y sinsabores.

Estos años, a tu regreso de Francia, fueron una escuela en tu vida, en la que aprendiste a tener paciencia, tolerancia, perseverancia, disciplina. Te demostraron que eres capaz de doblegarte, pero no para que te pierdan el respecto, si no para lograr tu cometido. Creo que solo quienes caminamos a tu lado en la consecución de tu título, sabemos que hubieron momentos críticos en que provocaba mandar todo a volar pero no lo hiciste, perseveraste, y lo lograste: ser el mejor graduado de tu promoción. Que tal?!

Aunque en algunos momentos dudabas de ti, yo siempre supe, que si te lo proponías, lo lograrías. Era cuestión de encontrar el camino correcto,  que te costó más que a otros y que una vez que lo encontraras, no habría nada que te detenga. 

Gracias Sergio, gracias por tu título, gracias por escucharme , porque siempre te dije que te apoyaría, que no eras ni el primero ni el último al que le tocaba comenzar de nuevo. 

Porque aunque Daniela, tu hermana y yo hemos estado a tu lado, al final de la historia, el esfuerzo, el logro y el premio han sido fruto de tu sacrificio y tu esfuerzo. 

Me llenas de orgullo alegria y mucha emoción porque que ya estas graduado y con honores. 
Ahora a seguir logrando cosas buenas en tu vida, siempre con la misma receta: perseverancia, nobleza, paciencia, respeto, responsabilidad, entrega y disciplina. 

¡Soy tan afortunada de ser tu mamá!