Mi adorada muchachita, que te fuiste siguiendo tus sueños y que cuando te fuiste sentí que la tristeza me invadía el alma.... sentí que moría de pena , quede con el corazón hecho trizas con tu partida...El solo hecho de recordarlo me hace revivir ese día en que llore tantas lagrimas.
Hoy, 10 años después, sigo extrañándote como si fuese sido hoy el día que te fuiste pero ya sin lágrimas y sin tristeza. Que te fuiste con una maleta repleta tus cositas que te acompañarían en esta nueva aventura.... cuando tu alas se desplegaron para iniciar ese viaje que tarde o temprano todos iniciamos en nuestras vidas...
recuerdo todo lo que te querías llevar, todos esos libros que aún siguen esperando su turno cada vez que vienes de visita y te vas.
No se si lo sabes, pero nunca me acostumbraré a tenerte lejos. Siempre anido la esperanza de que volvamos a vivir en el mismo sitio, en el que pueda ver crecer a mi Sebas de cerca y podamos disfrutar de todo y nada juntas... un paseo por ahí, un café por allá... una visita sin motivo en tu casa o en la mía...
Son ya 10 años de vivir a distancia compartiendo tus retos, tus alegrias, tu día a día , nuestras conversaciones que nunca acaban, compartiendo tus proyectos, tu entusiasmo, tu inquietudes, tus temores, tus logros. Ver a mi Sebas crecer cada día , de disfrutar de sus progresos, de sus ocurrencias, de conversar con el a través de un video...y descubrir alguna palabra nueva en su vocabulario, o una expresión de cariño hacia su Pito que lo quiere tanto!
La vida sigue, tu allá, yo acá, separados por un montón de kilómetros, esperando que pronto nos podamos reunir nuevamente para experimentar eso que la tecnología no nos permite aún, darnos un abrazo, sentir esa alegria de tenernos cerca, de un beso, de una caricia.
Mientras tanto recibirás ese mensaje repleto de cariño todos los días en tu teléfono preguntándote: Hola seño! Cómo estás?
