miércoles, 5 de junio de 2019

El ocaso de un gran señor

Ese es mi padre, el hombre al que todos admirábamos por su vitalidad, su esfuerzo, su trabajo, su ejemplo y su consejo.
Siempre con un corazón grande, rectilíneo, de carácter fuerte y caminando con la frente alta.
El hombre justo, de cara adusta al que muchos le tenían respeto y hasta miedo.
Un hombre que a mi parecer, supo hacer las cosas bien, sembrar sentimientos de cariño y unidad entre todos los que constituimos su núcleo familiar...
El eje, el ejemplo, el que siempre nos tendió una mano las veces que la necesitamos, no solo a sus hijos, sino a sus nietos...en las buenas y en las malas, su apoyo incondicional, su consejo , su opinión, la cual siempre tomamos en cuenta, por lo valiosa, acertada y certera.
Con su bromas poco atinadas e imprudentes que tanto molestan a mi mama.
Mi padre, es era ese señor, ese hombre que ya no está, con su mente que todo el tiempo le hace malas pasadas, sus recuerdos del pasado confusos y vagos... una mezcla del pasado con el presente. Un no saber en que año, mes o día vive... queriendo todavía estar frente a sus cosas sin poder hacerlo.
Confundido, desconfiado, imaginando cosas que no son y no existen y aseverando que lo son.
Pensando que todos queremos tomar su dinero, acusándonos de cosas que no son...
Para nosotros el dolor de verlo irse con sus pensamientos sin poder hacer nada, mas que contestarle una y mil veces lo mismo para ver si por cosas de la vida puede retener la información.
Con sueños de seguir trabajando y sin darse cuenta, que pone en riesgo sus ahorros de toda su vida...
Es una lección para todos, saber lo que somos y en lo que nos podemos convertir cuando una cruel enfermedad como esta nos convierte en alguien extraño,  nos convierte en la sombra de lo que fuimos y que apenas podemos reconocer.
Que dolor tan grande para los que los conocimos y lo vemos ahora...casi irreconocible...
No se cuanto mas avance su demencia, no se a que lo lleve, Ojala que no sea tan duro, tan terrible como todo lo que he leído, visto o escuchado al respecto. Ojala que Dios se apiade de él y no lo convierta en alguien que pueda hasta hacerse daño a si mismo, dañar a mi mama y a los que lo rodeamos...
Espero tener la sabiduría la paciencia que se me agota con tanta frecuencia para poder lidiar con esto... solo eso espero....


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